El refuerzo de tierras es una de las razones más comunes para recurrir a soluciones de instalación de geosintéticos. En ocasiones, el objetivo que se busca es aumentar la capacidad de carga del terreno, otras veces se busca evitar deslizamientos en tierras que se desmoronan fácilmente. Aunque, lo más común es que se busquen mantos para el control de la erosión, especialmente cuando se ha removido el suelo.
Los mantos de geosintéticos suelen ser láminas flexibles que suelen estar compuestos por fibras o tienen una matriz tridimensional. Entre los materiales más usados con ese propósito se encuentran los geotextiles y las geomallas. Ambas soluciones ayudan a reforzar el suelo, garantizar su protección y ayudan a mejorar el crecimiento de nueva vegetación en el área.
Tipos de mantos para el control de la erosión
A continuación, vamos a hacer una distinción entre estos materiales basados en el tiempo de vida que ofrecen.
– Mantos temporales
Este tipo de materiales se utilizan cuando la flora de la zona ofrece suficiente protección contra la erosión. En estos casos, solo se recurre a la instalación de mantos para el control de la erosión mientras la tierra está descubierta. La durabilidad y el tiempo de vida útil de las coberturas elegidas se suele establecer entre 1 a 48 meses.
El plazo elegido para la resistencia del manto a la foto y biodegradación debe elegirse de acuerdo al tiempo de crecimiento de las plantas deseadas. Después de ese límite, se espera que la vegetación por si sola resista los eventos climáticos e hidrológicos. Además, los mantos se deben integrar al suelo y desaparecer gradualmente.
– Mantos permanentes
Este tipo de soluciones se elige cuando se determina que la flora del área no puede ofrecer suficiente protección a largo plazo. En estos casos se recurre a materiales con mejores propiedades mecánicas e hidráulicas superiores que en la situación anterior. De esa manera, se garantiza un desempeño adecuado para cada proyecto.
Los mantos para el control de la erosión que se escogen en estos casos suelen tener un tiempo de vida funcional y una durabilidad estimados entre los 48 meses a los 50 años. Los geosintéticos que se emplean en esos casos suelen estar conformados por fibras no degradables con protección UV. Además, se deben elegir materiales que resistan la acción de los químicos presentes en el suelo.
El HDPE es una de las mejores alternativas en estos casos, pues es un polímero que se mantiene estable frente a la acción de la mayoría de las sustancias. Los ácidos no dañan a este material y tampoco la mayoría de los álcalis.
Por otro lado, la instalación de mantos para el control de la erosión proporciona un 60% más de resistencia a la tensión en las estructuras. Además, la integración de estos materiales con el suelo aumenta en 40% la germinación de las semillas y mejora su crecimiento durante sus primeros 21 días. Asimismo, se puede apreciar un mayor grado de protección al aplastamiento de las plantas que empiezan a brotar.
Beneficios de la instalación de geosintéticos en taludes
Cuando estos elementos se utilizan en superficies inclinadas se genera una protección a corto plazo contra la erosión. No obstante, se logra mejorar el asentamiento de la vegetación a largo plazo. Entre las plantas que crecen en esa situación se aprecia un desarrollo más rápido y más densidad.
Con los geotextiles también se pueden diseñar estructuras flexibles que se suelen emplear en taludes o riveras de ríos. Las láminas de este material se “cosen” entre sí con cuñas térmicas o extrusoras para confeccionar bolsas contenedoras. Dos de las estructuras a las que más se recurren son los geotubos y los geocolchones.
En los últimos años este tipo de estructuras se están usando intensamente para la construcción de diques. Esto se debe a que una vez confeccionadas las bolsas se las puede llenar con finos a través de un sistema de inyección. La conveniencia de ese método de llenado radica en que se pueden usar materiales de desecho, como los producidos por las dragas de la minería.
Algunas de las aplicaciones que se pueden dar a estos elementos son: encauce de triso, protección de riberas, recuperación de playas, islas artificiales, almacenamiento de material contaminado, control de socavación marina y fluvial, construcción de diques y bermas bajo el agua, etc.
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(Fuente: Manual de diseño con geosintéticos – Pavco)
Notas relacionadas:
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