Antes de la instalación, se tiene que realizar el diseño de un sistema de riego. Esta es la única manera de asegurar su eficiencia. Solo los expertos en el tema deben elaborar las proyecciones y estudios, pues muchos factores intervienen en el funcionamiento de las redes de irrigación.
La preparación e instalación de sistemas de riego consta de tres fases. Cada una de estas etapas tiene como finalidad encontrar la manera de maximizar el aprovechamiento del agua. Además, se tiene que asegurar que se cubran todas las áreas del terreno a cubrir.
Cálculo de la necesidad de agua
Los resultados de este estudio están determinados por factores como la superficie que debe ser bañada. Otros puntos que deben ser tomados en cuenta son las condiciones de suelo y clima. También, se debe de pensar en el método de distribución de líquidos antes del diseño de un sistema de riego.
Inventario de recursos y condiciones del terreno
Este paso consiste en el recojo de información respecto a las características del terreno. Posteriormente se vuelcan todos los datos en un diagrama. Se tiene que elaborar el croquis en base a la extensión, forma y topografía del predio donde se realizará la instalación de sistemas de riego.
Un estudio de suelos debe ser realizado para establecer el índice de infiltración de agua en el sueleo y la capacidad de retención del material. Solo así se puede establecer con que cantidad de agua se tiene que bañar el terreno para llegar al nivel de humedad deseado.
Otro aspecto que se debe especificar es la abundancia y regularidad de abastecimiento de agua. Además, el clima es un factor primordial para la determinación de las necesidades de irrigación. La evaluación empieza por estos factores porque no pueden ser alterados con facilidad.
Disposición del sistema de riego
Una vez que ya se tiene bien determinados los datos anteriores, se procede a estudiar los principios para la disposición de la red de tuberías y aspersores. El diseño de un sistema de riego suele estar determinado por la extensión y la forma del predio. Además, se debe tomar en cuenta la localización de la fuente de agua.
Usualmente, la instalación de sistemas de riego establece que los tubos principales se sitúen de acuerdo a la dirección de la pendiente. En cambio, las ramas secundarias deben colocarse en ángulo recto respecto a la dirección en la que soplan los vientos dominantes.
Los ramales largos de dispersión del agua deben evitarse. Mientras más larga sea su extensión, menor es la capacidad de asegurar una distribución uniforme del agua. Además, esto implica la utilización de tubos de mayor grosor que implican mayores dificultades en su manipulación.
Estos puntos son especialmente válidos para la instalación de sistemas de riego por aspersión. Si está interesado en este método de irrigación, llame a los números (511) 565-6236 / 954780044 o escriba al correo ventas@igc.com.pe para contactar con profesionales expertos en el tema.